Antes de comenzar a contaros cuál es el segundo paso que yo he seguido con mis alumnos respecto al Aprendizaje Cooperativo, quería daros las gracias por la acogida que tuvo el post anterior. Me siento muy agradecida por recibir tantas cosas buenas y positivas de algo que para mí nace desde la necesidad de volcar mi trabajo y compartirlo.
Para ayudarles en la reflexión y para ayudarles cada día a recordar lo que implica, tenemos un cartel en la pizarra. Es un cartel que ya os sonará porque es el mismo que utilicé el año pasado. (Ver post)
Reflexionamos todos juntos sobre lo que significaba “RAPERA“. Trabajamos los conceptos de Responsabilidad, Aceptación, Participación, Escucha, Respeto y Apoyo. Al ser una representación gráfica muy concisa y clara de lo que implica trabajar de forma cooperativa, me sirve mucho como recurso cuando hay algún conflicto en los equipos o cuando no están trabajando de la forma adecuada.
Además, una de las infinitas cosas que he aprendido en este último año es que cuanto más implicados se sientan tus alumnos en una tarea, en una actividad o en una dinámica, mejor funcionará. Por ello, el hecho de ir implantando el trabajo en equipo de forma paulatina y desde la reflexión conjunta es una inversión que permite ir dando pasos seguros y afianzados.
A la vez que expliqué a mis alumnos lo que significaba el Aprendizaje Cooperativo, lo compartí con sus familias. Implicar también a las familias en el proceso puede ser de gran ayuda para fomentar su participación en los equipos y para cuidar sus responsabilidades, además de para contribuir a la resolución de posibles conflictos pequeños desde casa.
Mi apuesta firme por esta metodología se fundamenta en que, además de la construcción de conocimiento, permite la adquisición de competencias y de habilidades sociales y comunicativas. Supone un respeto por la diferencia que permite desarrollar la responsabilidad, tanto individual como colectiva. Y despierta la capacidad de reflexión y el sentido crítico entre los alumnos.
La práctica es agotadora y emocionante a partes iguales. Y requiere una dosis grande de paciencia y dedicación. Pero cuando de repente escuchas a tus alumnos decir cosas como “Chicos, vamos a organizarnos bien el trabajo porque sabemos que si sale mal la responsabilidad es de todo el equipo”, todo el esfuerzo cobra sentido.
El agotamiento se pasa cuando sientes que tus alumnos aprenden los valores importantes de su futura vida
Tienes toda la razón!!