Hoy os quiero hablar de mi primera publicación en una revista. Aunque la edición en papel salió en abril y la versión digital hace unas semanas, hoy quiero explicaros aquí brevemente el porqué de esa publicación y el cómo surgió la idea de escribirlo utilizando la metáfora de un viaje en barco.
Fueron mis profesores de la Universidad CES Don Bosco los que se pusieron en contacto conmigo para pedirme que escribiera un ensayo contando mi experiencia en el bilingüismo y señalando cómo había influido en mi formación como maestra estudiar el grado de Maestra en Educación Primaria en la modalidad bilingüe. Pero lo cierto es que el artículo va mucho allá de esos cuatro años y comienza cuando tenía tan sólo dos y mis padres me matricularon en un colegio bilingüe.
Mi experiencia en el bilingüismo es la experiencia de toda mi vida. No puedo limitarme a unos años concretos o a unos estudios concretos. Un Eramus en Finlandia, un proyecto de investigación en Suecia, veranos en Estados Unidos, incontables cursos y clases de inglés y ahora también profesora de asignaturas bilingües. Hace tiempo que comprendí que el bilingüismo es un viaje sin destino final. Y un viaje del que procuro aprovechar cada parada en cada puerto y empaparme de todo lo que puede ofrecerme.
Sé que el bilingüismo es un tema a debate en los colegios y en las familias, pero parece que nuestros políticos han hecho una apuesta firme por él. Sé también que genera mucha incertidumbre y preocupación por temas como la pérdida de léxico en la lengua materna o las dificultades que supone para las familias cuyo nivel de inglés es muy bajo; sin embargo, es un proceso al que debemos dar tiempo y confianza. Es un proceso por el que yo apuesto al 100% y por el que creo que nos ayudará a convertirnos en una sociedad más culta y abierta al mundo.
De ahí que no exista un destino final en este apasionante viaje en barco.
Podéis leer el artículo completo pinchando aquí
NOTA: En la versión digital hay alguna pequeña errata y alguna falta de ortografía de la que no soy responsable.
La verdad es que escuchando algunas mamas no entiendo como piensan que no es bueno que los niños crezcan con dos idiomas a la vez. Ya me hubiese gustado a mi que en mis tiempos se llevara eso no tendría tantos problemas cuando viajo al extranjero de hacerme entender con ellos. Creo que es muy positivo el bilingüismo y que en ningún caso pierdes eso con lo que naces, tu idioma. Yo no lo veo algo malo pero claro supongo que mis carencias me hacen sentirlo así. En fin un largo debate como dices saldría de esto jajajaja. De todas formas voto por el bilingüismo
Muchas gracias por la reflexión. Sin duda nuestra opinión está 100% basada en nuestra experiencia y nuestro anhelo por saber más y llegar más lejos. ¡Yo también voto por el bilingüismo! Un abrazo