Queridos lectores, seguimos con la semana de recomendación de lecturas. Hoy os traigo “Gramática de la fantasía”, del gran Gianni Rodari. Esta preciosa obra del escritor italiano es una introducción al arte de contar historias. Es una guía de recursos para fomentar la creatividad y la imaginación de los más pequeños dando forma a historias de su propia invención. Es una herramienta preciosa para cualquier profesor, pues ofrece una gran variedad de consejos para fomentar la animación a la escritura de nuestros alumnos. Debería ser una lectura obligatoria.
¿Qué nos enseña “Gramática de la fantasía”?
A ti, maestro, estas son las 10 razones por las que tienes que leer este libro.
1. Fomentar la expresión oral y escrita. Siempre he creído que lo que realmente hace crecer y aprender a nuestros alumnos es su capacidad de producir de generar ideas y contenidos. Así, este libro ofrece el contexto perfecto para dar ese lugar que a la expresión le corresponde.
2. Trabajar la escritura creativa con nuestros alumnos. Un folio en blanco, un cronómetro contando o una persona observando generan una presión e incluso una incomodidad a cualquier persona que quiera expresarse de forma oral o escrita. Es necesario despertar ese interés desde actividades que requieran de su creatividad e imaginación. Dejando que se rían de lo absurdo, disfruten de lo sencillo y aprendan a unir y cohesionar ideas.
3. La imaginación y la creatividad de nuestros alumnos es la base de su desarrollo. Y debería ser la base en cualquier escuela. Para que un alumno pueda producir, pueda expresar, es necesario que se sienta en un clima de confianza donde pueda expresar y manifestar sus ideas de forma libre. Por ello, es fundamental que las escuelas consoliden su base de aprendizaje en lo que cada alumno pueda ofrecer. Y lo más bonito que nos puede regalar u niño es su imaginación y creatividad.
4. No excluir temas tabú con los pequeños para fomentar su comprensión del entorno. El autor habla de palabras como “caca” y de lo importante de no convertirlas en palabras prohibidas. La clave está en saber educar a nuestros pequeños en cuándo y cómo tienen que utilizar las palabras.
5. El contenido es tan importante como la gramática y la ortografía.
“Al juzgar los textos infantiles, la escuela vuelca lamentablemente su atención sobre todo en el nivel ortográfico, gramatical y sintáctico, que no cubre siquiera el nivel “lingüístico” más estricto, además de descuidar el complejo mundo de los contenidos. El hecho es que en la escuela se leen los textos para juzgarlos y clasificarlos, no para comprenderlos. La criba de la “corrección” retiene y valoriza sólo los ripios, dejando pasar el oro…”
6. Para escribir y contar historias es fundamental leer y escuchar historias. Un niño, cuando escucha un cuento, vive un momento muy especial y un momento de decodificación particular e individual.
“Se da luego – o más bien simultáneamente – el contacto con la lengua materna, sus palabras, sus formas, sus estructuras. No podemos jamás captar el momento en que el niño, escuchando un cuento, se apodera por absorción de determinada relación entre los términos del discurso, descubre el uso de un modo verbal, la función de una preposición: pero me parece seguro que el cuento representa para él una abundante provisión de información sobre la lengua. De su esfuerzo por comprender el cuento, forma parte el esfuerzo por comprender las palabras de que consta, por establecer analogías entre ellas, por realizar deducciones, ampliar o reducir, precisar o corregir el campo de un significante, los límites de un sinónimo, el área de influencia de un adjetivo. (…) ¿Para qué le sirve además el cuento? Para construirse estructuras mentales, para establecer relaciones como “yo, los otros”, etc. “
7. Introducir la escritura a través del juego.
“El juego no es un simple recuerdo de emociones vividas, sino una reelaboración creadora de éstas, un proceso a través del cual el niño combina entre sí los datos de la experiencia para construir una nueva realidad, correspondiente a sus curiosidades y a sus necesidades. Pero precisamente porque la imaginación construye sólo con materiales tomados de la realidad hace falta que el niño, para nutrir su imaginación y aplicarla a tareas adecuadas, que refuercen sus estructuras y le amplíen el horizonte, pueda crecer en un ambiente rico en impulsos y en estímulos, en todos los sentidos.”
8. Ofrece 17 técnicas para el desarrollo del arte de contar historias.
- Partir de una palabra. Rimas, sonidos similares, letras, significado.
- Lo que una palabra evoca al niño. Expresión oral. Análisis de la influencia de valores recibida del entorno.
- Binomio fantástico. Dos palabras diferentes de niños diferentes. Formar una historia.
- Hipótesis fantástica: qué ocurriría si…
- El prefijo arbitrario. Lista de prefijos y de sustantivos.
- El error creativo. Aprovechar una falta ortográfica para un binomio fantástico.
- Juego superrealista. Titulares de periódico combinados. Preguntas básicas en un folio, cada una respondida por un niño. Un dibujo hecho por varias manos.
- Utilidad de (nombre de autor). Coger un verso de un poema de un autor conocido y generar otras rimas u otras frases.
- Limericks. Nonsense. Estructura concreta.
- Construcción de una adivinanza.
- Cuentos clásicos. Cambiar palabras clave, añadir una palabra nueva que no tenga nada que ver. El cuento al revés (cambiar el papel de los personajes). Inventar qué ocurre después. Ensalada de cuentos (mezclar diferentes cuentos y crear una historia).
- Cartas de Propp. Analizando la estructura del cuento popular ruso, Propp formuló tres principios: 1) “los elementos constantes, permanentes, del cuento son las funciones de los personajes, sean cuales fueren estos personajes y sea cual sea la manera en que cumplen estas funciones”; 2)”el número de funciones que incluye el cuento maravillosos es limitado”; 3)”la sucesión de las funciones es siempre idéntica”. Y, con esta afirmación, genera 31 funciones. Rodari propone partir de esta idea de Propp para generar nuestras propias historias.
- Análisis fantástico de cuentos populares.
- Discurso materno. Utilizar experiencias cotidianas para generar historias. Usar objetos de la mesa. Viaje por la casa.
- Sustracción fantástica. Ir quitando elementos u objetos y ver qué pasaría en el mundo si no los tuviéramos.
- Guiñol. Combinación de personajes con situaciones reales o shows televisivos. El niño como protagonista del teatro o del cuento.
- Historias para reír. Aprovechamiento del error, inserción violenta de un personaje trivial en un contexto extraordinario para él (por ejemplo: profe en una tribu de caníbales).
9. Respetar las ideas y aportaciones de cada alumno. Debemos aprender a valorar todo lo que hacen por sí mismos.“Para que la historia resulte, hay que ser fiel a ella, con la certeza de que el ejercicio de la fidelidad será compensado al ciento por uno.”
10. Las ciencias y el pensamiento lógico también deben estar presentes en la locura de crear historias. Arte y ciencia. Metodología estética y metodología científica. La labor científica y la labor artística se caracterizan por proyectar, dar sentido y transformar la realidad.
Fantástico 👏
Totalmente. Merece mucho la pena.