Hoy os traigo la actividad más especial que he hecho hasta el momento en mis dos años trabajando como maestra. Durante el segundo trimestre inicié un pequeño proyecto titulado “La historia de amor de nuestros abuelos”. El proyecto consistió en elaborar un entrevista entre todos mis alumnos que posteriormente realizarían a sus abuelos. El objetivo de dicha entrevista era averiguar cómo se conocieron y cómo fue su historia de amor. Podéis ver el documento con la entrevista que preparamos aquí.
Además, invité a las familias a grabar algún audio a los alumnos mientras realizaban la entrevista y a conseguir fotos de las bodas o de su juventud. Como conclusión, el proyecto terminaba con una reflexión personal acerca de lo aprendido con esta investigación y con una valoración del papel que juegan sus abuelos en sus vidas.
Una vez conseguidas las respuestas de las preguntas, pedí a los alumnos que me entregaran la información redactada en forma de historia, incluyendo las fotos y los audios si había sido posible realizarlos.
La implicación de las familias fue admirable y los trabajos que prepararon los alumnos fueron preciosos y con un alto contenido emocional que los hizo muy especiales. Todos estábamos muy emocionados con este trabajo, así que, tras pedir los permisos necesarios, hice una invitación a todos los abuelos de mis alumnos para que vinieran a pasar una tarde con nosotros a clase. Meter a 25 abuelos en el aula fue una experiencia indescriptible. Los peques estaban histéricos, pero se portaron mejor que nunca. Y los abuelos estaban emocionados y enormemente agradecidos. Pasamos la tarde escuchando las historias de amor de boca de los niños y entre risas y emociones. Además, bajo la excusa de que acabábamos de leer el libro de “Charlie y la fábrica de chocolate”, cada alumno preparó un dulce cuyo ingrediente esencial era el chocolate.
Cuando llegaron las cinco de la tarde, los abuelos se marcharon a casa encantados y los peques no se creían que sus abuelos habían estado dentro de su clase. Al final del curso, todos destacaron esta tarde y esta actividad como la más especial de todo el curso.
Yo, por mi parte, admito que el hecho de invitar a los abuelos al aula me dio un poco de miedo y respeto al principio, pero luego fue experiencia que disfrute al 100% y que me hizo sentirme muy feliz por el trabajo que tengo y por la posibilidad de tocar los corazones de mis alumnos. Para mí, la conclusión más importante de esta actividad fue que, en general, las familias tienen ganas y predisposición a implicarse y formar parte de la realidad del aula, del día a día. Y que somos nosotros, los propios maestros y los centros, los que los alejamos.
Como he mencionado antes, los trabajos de los alumnos fueron preciosos, por lo que decidí preparar un libro digital con todo el material que recopilaron para que quedase así un producto final de su trabajo que ellos y sus familias pueden conservar. Os invito a que le echéis un vistazo, porque realmente merece la pena.
Si quieres ver cómo quedó el libro, pincha aquí.
Es una de las mejores prácticas que has realizado con los niños. Me parece un acto de amor y agradecimiento perfecto.
Sí. Sin duda fue una actividad muy especial. Gracias por asomarte una vez más a este rincón.
Hola Alexandra. Se me han saltado las lagrimas. Q actividad tan emocionante!!!Enhorabuena
Ademas un reconocimiento a los abuelos bien merecido.
Un beso fuerte
Muchas gracias Paula. Fue una actividad preciosa que estoy segura de que recordaré siempre. A alguno que otro también se le saltó una lagrimilla aquella tarde juntos. Un abrazo.
A mí la lágrima se me cayó y ahora que lo has recordado me ha seguido emocionando. Sigue así.
Muchas gracias. Fue una actividad preciosa y me apetecía recordarla. Un abrazo